Carl Joseph nació en 1961 al norte de Florida (EE.UU.) rodeado de pobreza y penurias. con el único apoyo de su madre, aparentemente no parecía que Carl fuese a tener demasiadas oportunidades en la vida, incluso si hubiese tenido las dos piernas. Pero su creencia en Dios y su perseverancia hicieron no sólo que tuviera una vida normal, sino que ésta fuese extraordinaria.
Pasó de ser la risa de todos a ser admirado y respetado en su instituto. Cuando se quitaba su prótesis o dejaba caer sus muletas para practicar deporte, se transformaba en un impresionante competidor.
Con 19 años, Carl Joseph saltaba 1,78 metros en altura, lanzaba 12,20 metros en peso y 36,60 en disco, machacaba el aro de la canasta de baloncesto y consiguió una beca de estudios en una universidad como jugador de fútbol americano. Un deportista extraordinario, al que hay que añadir un 'pequeño' detalle: le faltaba la pierna izquierda.

El Bethune-Cookman College le becó para estudiar y jugar en su equipo. Un logro impresionante para un chico que jugaba sin ninguna prótesis, pues estaban prohibidas en los partidos.
En 1980, Carl apareció en diversos programas y en varios reportajes. Se escribieron innumerables historias en revistas y periódicos ensalzando sus hazañas deportivas, e incluso se escribió un libro sobre él. En 1981, la Asociación de periodistas deportivos de Philadelphia le otorgó el premio al “deportista del año con más coraje/valentía”.
En 1987 consiguió una licenciatura en educación física y se dedicó a impartir clases a niños con necesidades especiales.
Esperamos que esta historia os sirva de refuerzo y para daros cuenta que pese a los límites que en la vida te encuentras, nunca es tarde para comenzar algo nuevo.
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