Hoy os traemos tres historias de superación, todas diferentes pero con una misma meta: el deporte.
· Porter Ellet. Jugador de baloncesto en el equipo de su instituto, el Wayne High School Badgers. Es el máximo anotador (16 puntos de promedio) y un auténtico líder, ya que todo esto lo hace con un solo brazo. Perdió su extremidad derecha en un accidente cuando era niño y aun así, hace todo lo que sus compañeros de equipo realizan: coger el rebote, anotar, robar balones... En definitiva es un gran ejemplo a seguir de esfuerzo y constancia.
· Enhamed Mohamed. De pequeño jugaba en el Parque Santa Catalina y en Las Canteras como todos sus amigos, pero ya era distinto ya que se crió separado de sus padres. Sin embargo nunca perdió su sonrisa.
Un glaucoma le quitó la vista a Enhamed. El niño de 9 años ya no podría correr por Las Canteras como lo hacía antes, la ciudad se convirtió en una jungla llena de barreras. Un día, en medio de la oscuridad, alguien le dio la mano y lo invitó a entrar en la piscina del Julio Navarro. En un instante la vida le cambió, se convirtió en pez. El pez se subió al barco de El Correíllo y dijo: "fuera del agua todos son obstáculos, dentro puedo ser todo lo que yo quiera." El pez grancanario nadó en Beijing animado por miles de personas de todos los países. Batió dos records mundiales y trajo cuatro medallas de oro.
·Jason McElwain. Se inscribió en el equipo de baloncesto de su instituto pues era su pasión. No le aceptaron, pero siempre acompañaba al equipo ayudando al entrenador. Controlaba las estadísticas, animaba, repartía agua... pero jamás jugaba. ¿Motivos? Su baja estatura y su enfermedad: autismo. Después de mucho tiempo el entrenador le dio una oportunidad para disfrutar en el último partido de la temporada, tan solo cuatro minutos. Cuatro minutos en los que batió todos los records de puntuación en la historia.
· Porter Ellet. Jugador de baloncesto en el equipo de su instituto, el Wayne High School Badgers. Es el máximo anotador (16 puntos de promedio) y un auténtico líder, ya que todo esto lo hace con un solo brazo. Perdió su extremidad derecha en un accidente cuando era niño y aun así, hace todo lo que sus compañeros de equipo realizan: coger el rebote, anotar, robar balones... En definitiva es un gran ejemplo a seguir de esfuerzo y constancia.
·Jason McElwain. Se inscribió en el equipo de baloncesto de su instituto pues era su pasión. No le aceptaron, pero siempre acompañaba al equipo ayudando al entrenador. Controlaba las estadísticas, animaba, repartía agua... pero jamás jugaba. ¿Motivos? Su baja estatura y su enfermedad: autismo. Después de mucho tiempo el entrenador le dio una oportunidad para disfrutar en el último partido de la temporada, tan solo cuatro minutos. Cuatro minutos en los que batió todos los records de puntuación en la historia.
