Buenas
tardes, hoy os vamos a poner un ejemplo claro de como con constancia se puede conseguir tu objetivo en la vida, por muchas dificultades que te encuentres, para ello
vamos a coger como ejemplo al ciclista Javier Otxoa.
A los
13 años comenzó en la famosa cantera de la Sociedad Ciclista Punta Galea. Fue
varias veces campeón en las categorías inferiores y uno de los mejores del Punta Galea a pesar que era de edad inferior en cuanto a otros participantes de esta
sociedad ciclista.
En el año 2000, ganó en solitario el
Tour quedando por delante de Lance Armstrong.
Pero el 15 de febrero de 2001, Javier sufrió un
accidente que supuso un antes y un después para él. Perdió a su hermano gemelo cuando
se encontraban los dos entrenando; como consecuencia y por desgracia, Javier
sufrió una parálisis cerebral. Pero
no se rindió y Javier siguió adelante, esta vez sin su hermano y rehízo
su vida haciendo lo que siempre le había gustado, montar en bicicleta. Pero
tuvo que empezar de cero.
Hoy en día, y tras una larga rehabilitación,
es uno de los deportistas más destacados del panorama paralímpico
internacional. De hecho, muy pronto llegaron los éxitos gracias a su constante
esfuerzo por seguir haciendo lo que le gustaba. En los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 consiguió
un oro y una plata representando a España.
Fue candidato a los Premios Laureus y en 2007 fichó por el equipo un equipo
profesional muy conocido Saunier Duva-Prodir.
Como habéis visto, Javier
luchó para alcanzar sus metas y seguir haciendo lo que verdaderamente le
gustaba, nunca tiró la toalla. Todos deberíamos de aprender a tener ese afán de
superación y esa constancia en nuestra
vida, así conseguiremos todo lo que nos propongamos.
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